En un mundo donde la comida viaja miles de kilómetros antes de llegar a nuestro plato, el movimiento de la huerta a la mesa propone una alternativa más consciente, saludable y sostenible: consumir productos de cercanía o también llamados alimentos de cercanía. Esta práctica no solo mejora la calidad de lo que comemos, sino que también genera un impacto positivo en múltiples niveles: económico, social, gastronómico y ambiental.
¿Qué significa «de la huerta a la mesa»?
Este concepto hace referencia a consumir alimentos frescos, cultivados localmente, en su punto óptimo de maduración y con la menor intervención de intermediarios. Es una manera de reconectar con la tierra, con los productores locales y con la estacionalidad de los alimentos.
Proviene del movimiento anglosajón “farm to table”, que comenzó a ganar fuerza en Estados Unidos en los años 70 como respuesta a la industrialización de la alimentación y la pérdida de conexión con los orígenes de los alimentos.

¿Quién lideró este movimiento que fomenta los alimentos de cercanía?
Una de sus pioneras fue la chef Alice Waters, fundadora del restaurante Chez Panisse en California, quien promovió el uso de ingredientes frescos, locales y de temporada como base de una cocina ética, educativa y placentera.
A nivel más profundo, este enfoque recupera prácticas ancestrales, como las de las villas romanas, donde el huerto doméstico (hortus) era el centro vital del hogar, y se vinculaba directamente con la alimentación diaria.
Hoy, el concepto ha evolucionado y se adapta tanto a huertas urbanas como a sistemas regenerativos de producción local, reforzando su valor cultural, ecológico y social.

Beneficios de consumir productos de cercanía
- Para la economía local: Fortalece el tejido rural y genera empleo digno al priorizar a pequeños productores y agricultores de la zona.
- Para los restaurantes: Permite crear menús únicos, frescos y más sostenibles, con trazabilidad completa y menor coste logístico.
- Para los comensales: Se traduce en mejor sabor, mayor densidad nutricional y una alimentación conectada con el territorio.
- Para el medio ambiente: Disminuye la huella de carbono, el uso de plásticos y el desperdicio alimentario al reducir tiempos de transporte y almacenamiento.
Restaurantes en España que ya cocinan de la huerta a la mesa
- El Invernadero (Madrid) – Rodrigo de la Calle lidera una propuesta de alta cocina vegetal con productos de kilómetro cero y técnicas innovadoras.
- Casa Albets (Lleida) – Hotel rural 100% vegano que trabaja solo con alimentos de cercanía y producción ecológica.
- La Ojinegra (Teruel) – Proyecto rural que une hostelería, agroecología y sostenibilidad, basado en redes de consumo local.
- Espacio Orgánico (Madrid) – Un ecosistema que une restaurante, tienda y aula, con foco en productos de proximidad, ecológicos y de temporada.

Conclusión
Adoptar un enfoque de la huerta a la mesa no es solo una tendencia gastronómica, es una forma de vivir y emprender con impacto. Elegir productos de cercanía no solo mejora lo que comemos: construye un sistema alimentario más justo, saludable y regenerativo.
En Gastro B Academy creemos que la gastronomía puede ser una poderosa herramienta de transformación social, ambiental y económica. Por eso formamos a profesionales y aprendices para quelideren negocios gastronómicos con propósito, que dejen huella y sean parte de la solución.
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Rocío | Gastro b Academy
Chef Plant Based & Asesora Gastronómica de Triple Impacto